¿Y si fuera ella?

Hace no demasiado tiempo, salí de una relación. Yo empecé, como se empiezan estas cosas, con mucha ilusión, aunque con una extraña sensación de estar equivocándome. Algo me hacía no estar seguro. Fue algo impulsivo.

Fueron varios años los que pasamos juntos. Con buenos momentos pero también con malos ratos. Me hacía daño, no estaba cómodo. A ella se le veía un “recorrido muy largo” y  yo no me adaptaba. Mi sensación de que no estábamos hechos el uno para el otro iba in crescendo día a día. Necesitábamos cosas diferentes para poder explotar todo nuestro potencial…Así la relación se fue enfriando y poco a poco, se podría decir que nos dejamos. Ella ahora está con otro. Espero de corazón, que él sepa darle la vida que se merece y que yo no le pude dar. Espero también que nunca olvide que a pesar de todo, la quise mucho y luché hasta la extenuación por ser compatibles.

Al poco tiempo, un compañero de trabajo me presentó a una amiga suya. Era preciosa. Me quedé sin palabras y se instaló en mi cabeza la idea de que podía ser ella. No sé como saltó la chispa pero conectamos desde el principio. Desde el primer momento me encontré tan cómodo con ella que parecía que la hubieran hecho a medida y exclusivamente para mí. Pensé que era un espejismo, la ilusión del momento. Tuvimos un acercamiento pero el miedo de volver a equivocarme me hizo ser cauto, esperar, analizar, probar… ¿Y si fuera ella? ¿Habría encontrado mi media naranja? ¿Mi complemento?

Durante unos días su imagen estuvo grabada en mi cabeza, el tacto de su cuerpo, sus perfectas curvas, su peso en mis manos y la sensación de que con ella podría llegar muy lejos y muy rápido. Tal era mi seguridad, que por estar con ella tuve que recorrer muchos kilómetros hasta una ciudad lejana, pero no me importó. Una vez juntos todo cobraba sentido. No había dudas, no había miedos. Estábamos los dos y nada mas importaba. Por fin nos habíamos encontrado.

Espero que se quede a mi lado mucho tiempo porque nos quedan muchos caminos por recorrer. Cada mañana cuando me levanto y la veo, con la luz del amanecer reflejada en sus líneas perfectas, no puedo esperar el momento de salir con ella a la montaña y sentir el sudor en la frente y el viento en la cara, mientras doy pedales a lomos de mi nueva compañera: mi bici.

What did you expect?

Ella

 Ella

Un pensamiento en “¿Y si fuera ella?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *